La semana pasada fue una semana muy ajetreada para el mundo de la moda en España, ya que por primera vez, venía a Madrid la mujer más poderosa de la industria de la moda y lo hacía gracias a la invitación de los embajadores de Estados Unidos en España, que son estupendos y siempre están pensando en todos los sectores, haciendo y organizando acciones apetecibles.
Yo tuve la gran suerte de estar en la charla que tuvo con Michael S. Smith en el Museo del Traje, y sólo con oírle hablar 5 minutos ¡te das cuenta porqué es quién es y está donde está!
Su agenda terminaba ese mismo lunes por la noche en una cena muy privada en la Embajada Americana. Entre los invitados, se encontraban Ana Boyer y Fernando Verdasco, con los que me puse manos a la obra porque hacer estos dos estilismos me hacía especial ilusión y mucho más al enterarme que el dress code era Black Tie.
Con Fernando fue muy fácil, ya que ellos no tienen mucha opción más que el smoking y, en estos casos, soy bastante clásica y no me gustan mucho los smokings muy modernos, por lo que optamos por uno de Ermenegildo Zegna ¡¡que le sentaba como un guante!!
Con Ana fue muy rápido. Ella tiene muy poco tiempo porque trabaja muchísimas horas, con lo cual que tuvimos el fitting dos días antes y luego el segundo fitting literalmente 20 minutos antes de salir para la cena. Ahí rápidamente escogimos las joyas y los complementos, pero trabajar con Ana es una auténtica pasada porque ella confía tanto en mí que sabía que no fallaría en ningún detalle...
Fer y Ana posaron para mí antes de salir a la cena
EL LOOK DE ANA:
Vestido de Naeem Khan que me traje en la maleta cuando vine de NY. Estaba completamente enamorada del vestido y sabía que lo sacaría en algo importante y con la persona perfecta y así fue...
Detalle de la pedrería sobre el tul nude de seda natural
Lo pendientes unos impresionantes rubíes y diamantes de Yanes. Quería algo importante pero sencillo a la vez...
El clutch de Yliana Yepez de nácar con detalles en dorado y plata
Con los zapatos, todos de Manolo Blahnik, sí que tenía alguna duda entre estos tres. Lo más obvio era utilizar las sandalias nude, como lo presentaba el propio diseñador, pero los stilettos de encaje y puntera de ante me parecieron tan delicados... Vi que no recargaban el look aunque a priori pensara que así sería pero... ¡no! ¡Sorpresa! Quedaba mejor de lo que me imaginaba.
Detalle del encaje muy sutil de los stilettos
Finalmente, debido a que hacía un pelín de fresco y de que quedaba muy cool, pensamos que un blazer sería perfecto. Además, tenía que ser blanco para que el look tuviera armonía.
En la revista ¡HOLA! de esta semana podréis ver las fotos de la llegada de algunos de los invitados.
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